El 29 de junio de 1971, en San Benedetto del Tronto (Ascoli Piceno), en un terreno de casi seis hectáreas donde lindan las regiones de Las Marcas y los Abruzos, Orlando Marconi inició las obras de construcción de aproximadamente 30.000 metros cuadrados de cámaras frigoríficas. Era un hombre que se hizo a sí mismo tras vivir la experiencia de la guerra y de la pobreza, acostumbrado a compaginar mil trabajos junto al principal de camionero, que había intuido las potencialidades que, en poco tiempo, el sector de los alimentos congelados habría experimentado en Italia y en el mundo.
EL «PEDIDO» DE SURGELA
Orlando Marconi, invirtió todos sus ahorros para emprender esa aventura, tras haber sido elegido para efectuar un pedido importante de la empresa Surgela, antes de que se cediese a Nestlé.
Surgela necesitaba un espacio donde acoger temporalmente las existencias de productos congelados excedentes de su capacidad productiva. Orlando Marconi se lo ofreció a escasos centenares de metros, lo llenó enseguida e inmediatamente construyó otras cámaras frigoríficas hasta llegar a construir Central Frigor Marconi, sucesivamente transformada en Marconi Freddeuropa.